El Tai Chi puede disminuir la tensión arterial en gente mayor de manera tan efectiva como los medicamentos y el ejercicio aeróbico, como sugiere un nuevo metaanálisis.

Esta tradicional disciplina china ofrece una posibilidad a personas mayores que no pueden o no quieren ejercitarse de manera extenuante, según la doctora Linda Pescatello, de la Universidad de Connecticut en Storrs.

“El TaiChi es de baja intensidad, social y su modalidad puede resultar muy atractiva para adultos mayores”, dijo a Medscape Medical News. Esto significa que “ellos pueden volverse más asiduos a él que a otros tipos de ejercicio”.

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También agregó que el TaiChi provee de otros beneficios, como mejoras en el equilibrio. La Dra. Pescatello y su coautor Yin Wu, maestro de artes, también de la Universidad de Connecticut. Presentaron sus descubrimientos en la edición del 2016 de la Reunión Anual del Colegio Americano de Medicina del Deporte.

Viene a la cabeza de los resultados de las pruebas SPRINT, recientemente reportadas en Medscape Medical News, que demostró que es beneficioso para personas con 75 años y mayores el mantener un tensión sistólica de 120 mmHg, que es menor a los parámetros actuales. Pero los medicamentos antihipertensivos pueden ocasionar efectos adversos y los ejercicios aeróbicos pueden resultar difíciles o incómodos; particularmente para gente con comorbilidades, como la osteoartritis.

Para entender qué tan efectiva la alternativa del Tai Chi puede ser, los investigadores recurrieron a la literatura médica buscando relacionar los resultados de diversas investigaciones pequeñas. Encontrando 28 estudios diferentes sobre el Tai Chi donde se hacían mediciones de la presión arterial y determinaron que eran de mediana calidad. Los estudios consistían en un grupo de gente de 1296 individuos que practicaban Tai Chi contra otro de 919 individuos que sirvieron como grupo de control que no realizaba ejercicio alguno.

La edad promedio de los grupos era de 62.1 años, el promedio del índice de masa corporal era de 25.8kg/m2, la presión sistólica promedio era de 135.5 mmHg y la presión diastólica promedio era de 80.5 mmHg. El 62% de los individuos eran mujeres, 56% eran asiáticos y el 39% eran caucásicos. En promedio, el Tai Chi fue realizado por 61.1 minutos por sesión, 2.9 veces por semana, por 20.6 semanas.

 

La presión sistólica y diastólica disminuyen.

 

Durante este tiempo, el promedio de disminución de la presión sistólica fue de 6 mmHg y de la diastólica fue de 3 mmHg. “Los resultados son comparables con los de medicamentos antihipertensivos de primera línea”, dijo la Dra. Pescatello, “son consistentes con lo que ha sido prescrito”.

Los investigadores también descubrieron algunas tendencias dentro de la información. En primer lugar, descubrieron que la reducción en la presión sistólica fue mayor en personas que realizaban Tai Chi de manera más frecuente. Cuando el Tai Chi era realizado más de tres veces a la semana, el promedio de reducción en la presión sistólica era de 9.6 mmHg, cuando era practicado tres veces a la semana, la reducción promedio era de 5.3 mmHg, y cuando era practicado menos de tres veces por semana, el incremento promedio en la presión sistólica era de 1.1 mmHg.

En los estudios para los cuales el principal resultado era la presión arterial, el promedio de reducción en la presión sistólica fue de 9.1 mmHg en contraste con aquellos en los que era un objetivo secundario cuya reducción promedio fue de 1.3 mmHg. Después de que los investigadores combinaran esos dos resultados, demostraron que cuando la presión arterial era un objetivo primario, el promedio de reducción en la presión sistólica en individuos que realizaban Tai Chi más de tres veces a la semana era de 13.6 mmHg.

El promedio de reducción en la presión diastólica fue mayor en los individuos que presentaban una presión en reposo mayor que aquellos que presentaban una menor (4.0 vs 0.1 mmHg). Así mismo, las reducciones en la presión diastólica fueron mayores en los estudios en los que existía un riesgo de sesgo mayor.

Los investigadores señalaron que todos los estudios analizados definían al Tai Chi como una actividad física de baja intensidad con enfoques en la respiración y en la relajación. Pero la mayoría no hablaba de la intensidad de los ejercicios de Tai Chi, el tipo de técnicas de relajación o respiración y tampoco de como median la presión arterial, lo cual representa una limitante para el metaanálisis.

El Tai Chi puede reducir la presión a través de una variedad de mecanismos. Por ejemplo: puede reducir el estrés o mejorar el control autónomo, explicó Wu. “Este estudio demuestra que no necesitas realizar un ejercicio demencialmente intenso para obtener beneficios cardiovasculares”, según la Dra. Sarah Herrick, del Colegio de Artes Liberales de Massachusetts en North Adams.

 

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